lunes, 27 de julio de 2009

La violencia (el pecado) de la "paz interior"

He escuchado muchas veces a la gente hablar de la "paz interior", en muy diversos contextos y situaciones. Hablan de la paz interior de los hombres (y mujeres) que, actuando bien, no sienten ningún remordimiento por su vida pasada o presente. También lo he oído mencionar en el sentido de "Yo hice lo que siento (creo, pienso, imagino, alucino, me fue revelado, etc.) que es correcto; si a los demás no les agrada, es problema de ellos". En muchas más ocasiones, a lo que se refieren es a un estado de iluminación tal que ya no hay culpa en él/ella.

El problema es que ninguna de las tres personas anteriores está aislada en el mundo; de hecho, la razón por la cual dicen o aseguran estas cosas es porque las están diciendo o asegurando a alguien más (las persona que los rodean, a Dios, su dios, o el remordimiento) quien no lo deja en paz. Básicamente, lo que estoy diciendo es que nadie que asegure estas cosas de modo absoluto está diciendo la verdad (1ª Juan 1:8,10), pues está en conflicto con alguien (puede ser consigo mismo) y ello le causa un conflicto interno —probablemente que su voluntad no es obedecida. Obviamente, quien tiene un conflicto no está en paz.
En consecuencia, quien dice tener "paz interior" cuando todo a su alrededor es caos, está cortando toda comunicación, relación y responsabilidad con el resto del mundo. Me recuerda una canción de Maná que dice: "Me vale, vale, vale; me vale todo"; si escuchamos la letra entera de la canción, podremos darnos cuenta que el autor está en conflicto con casi todos los que lo rodean, incluidos sus familiares, su parentela y sus amigos. Esa actitud sólo pretende crear una burbuja en la cual refugiarse y poder hacer su propia voluntad sin el estorbo de los demás.
Si no se está en paz es porque hay más de una voluntad deseando ser obedecida y, como ya mencioné, ahí hay pecado.
Cristo NO nos llama a estar en paz, sino sólo con Dios (Mateo 10:34). Si hay pecado en nosotros, nos llama a NO estar en paz con nosotros mismos a causa de nuestro pecado, sino con Dios, buscando Su perdón (Romanos 5:1; 1ª Juan 1:8-10). Si hay pecado en los demás, Cristo no me llama a estar en paz, sino a predicar a Cristo, aunque ello implique meterme en problemas por Su nombre (Mateo 18:15-20; Mateo 5:10-12); Cristo mismo me dijo que en este mundo sus discípulos padecerían aflicción (Juan 16:33), no que estarían en paz con todos ni consigo mismos.
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. (Juan 14:27)

4 comentarios:

  1. Me resultó medio confuso tu artículo, Alex. ¿Entonces sólo podemos/debemos tener paz con Dios? ¿No nos es dado tener "la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento", de la que habla Pablo, en nuestro diario vivir? (Paz DE Dios, no sólo CON Dios) Yo creo que tener la paz de Dios es posible aun en medio de la lucha, de las pruebas y de la necesidad que Dios me impone de comunicar su palabra a quienes no saben de él. Creo que es posible tener la paz de Dios sin que eso signifique que "me vale" lo que ocurra a mi alrededor.

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  2. Quisiera agradecerte tu comentario, pues creo que, efectivamente, la idea que quiero exponer se presta a confusiones.

    Estar en paz CON Dios es la paz DE Dios. A lo que llamo aquí "paz interior" es a la idea autocomplaciente de "nada debo y punto", no a la idea de "nada debo gracias a Cristo, EN Él, POR Él y CON Él tengo paz CON Dios, EN Dios y DE Dios".bLa paz con cualquier otra persona viene a consecuencia de nuestra paz CON/EN/DE Dios.

    Cristo Dijo: "La paz os dejo, mi paz os doy...", de donde entiendo que no hay otra paz sino la suya, de hecho la contrasta con la (supuesta) paz que el mundo da.

    Lo que intento combatir es la idea de autosuficiencia, pues todo depende de nuestra relación con Dios; si tienes paz con Dios, tienes paz con tus hermanos, pero definitivamente no la tienes con todo el mundo.

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  3. hola amor, primero que nada hay que corregir la palabra "hambre" por hombre.
    También te recomiendo (para personas como yo)que en la primera cita que haces de, creo, Mateo, donde habla de que amemos a Dios sobre todas las cosas, no incluyas sólo un versículo, yaa que es confuso, aunque lo expliques tú, si lo citas hasta que termina el pasje (no sé cómo le llamas), creo que será más comprensible, lo que dice la biblia.
    Ahora hablando de lo que has escrito, sé que tienes razón, ya que canciones como: "me vale" de mana, "A quién le importa" de Alaska y "Todos me miran" de Gloria Trevi, por mencionar algunas; a mi me gustan mucho y parte de ello es porque quiero safarme de prejuicios, sentirme segura o sencillamente porque expresan lo que a veces les quisiera decir a los demás. Pero sí es verdad, dentro de nosotros hay una parte que nos dice que es una forma de ponernos una mascara y aparentar que ignoramos todo, que lo sabemos todo, que somos el centro, que estamos completos y que no necesitamos nada ni a nadie.
    Yo soy parte de ese parte, tristemente, aunque sé que Dios es tan misericordioso y me recuerda que no es lo que yo quiero, sino lo que él tenga designado para mi, y la verdad es que cuando me doy la oportunidad de que él este conmigo, confesándome como pecadora y arrepintiéndome, me siento en paz con él, sin importar lo que pase, y más cuando siento que aún como sea me escucha y me ama... Creo que no hay paz más infinita que la que da Dios y duele saber que... estamos tan ocupados para pedir, hablar, conocer, amar a Dios como él lo hace.

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